dibujos de coqué
[ozil conduce balón/ cristiano y benzema celebran gol/ ozil pelea balón/ camiseta de mucha publicidad/ ozil fuma cigarros con amigos en excursión subacuática]
es desvincularse uno del real madrid y el estruendo de las
langostas chocándose entre sí en un cielo púrpura desaparece: uno de repente es
más querido por la humanidad, y al mismo tiempo tiende a desaparecer de las
mentes siguiendo el conocido patrón de la espiral.
siendo el madridista por lo general un sujeto con convicciones religiosas más o menos tradicionales, difícilmente puede tener una visión tan maniquea de la realidad futbolística como la que tiene un antimadridista: es necesario un cerebro ávido de dicotomía, simplificación y obcecación (los rasgos del pensamiento sobre la trascendencia, en donde todo ha de ser nítido y delimitido) para construir toda una cosmovisión alrededor de un club de fútbol, y el madridista tradicional tiene esa región mental ya repleta de muebles antiguos y litografías de santos: ¿cómo hacerle hueco a nuevos malignos cuando se tiene uno desde la noche de los tiempos, tan bien tornasolado por el bosco y otros?
un año antes de publicar su obra paraíso (a ser) recuperado [1843] henry david thoreau tuvo noticia de la existencia de un gato alado en la granja de un tal gillian baker. hasta allí se acercó thoreau, pero el señor estaba de caza tal y como al parecer acostumbraba. su señora tuvo la gentileza de relatarle que el gato llevaba más de un año alrededor de su granja, y que durante el invierno la piel le crecía densamente hacia los costados, formando unas tiras de diez o doce pulgadas de largo por dos y medio de ancho, y que durante la primavera esos apéndices se le caían. "me dieron un par de esas alas, que todavía conservo" dejó escrito el autor de la desobediencia civil [1849]
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